Consejos para florecer una orquídea
Enviar orquídeas a domicilio suele ser una de las acciones más habituales cuando queremos celebrar con flores un cumpleaños, un aniversario o cualquier otra fecha señalada. Pocos, de este modo, no hemos sido alguna vez regalados con una preciosa varilla de orquídeas que ha dado un toque precioso a nuestros hogares. Sin embargo, pasados unos meses, estas bellas flores se marchitan, caen, y la orquídea acaba relegada al olvido, sino es al contenedor de basura, pero, ¿se puede volver a florecer una orquídea?
“Sí, florecer una orquídea de nuevo es posible, pero complicado.”
Luz
El aumento natural de horas de luz entre las estaciones es uno de los principales estimulantes que indican a la orquídea que entra en nuevo ciclo de floración. A la mayoría de las orquídeas les gusta tener mucha cantidad de luz, pero luz no directa, por lo que una ubicación ideal, salvo en invierno, sería junto a una ventana con orientación norte para que les entre la suficiente luz pero no de forma directa.
Riego
Es muy importante no encharcar la orquídea cuando la reguemos, por lo que será fundamental que el sustrato y la base de nuestra orquídea permitan un buen drenaje y sea capaz de mantenerse húmedo sin encharcarse (por eso su sustrato suele estar compuesto por cortezas de pino o de coco).
Riega la orquídea a primera hora de la mañana para darle a la planta tiempo de absorber lo que puede y necesita absorber, de modo que no quede encharcada durante la noche. Una buena idea es que coloques bajo la maceta de la orquídea un plato hondo, vuelques lo que serían uno o dos vasos de caña y dejes que el agua escurra hasta el plato. Al finalizar el día, retira el plato y vuelve a colocar la orquídea.
Humedad
La humedad para una orquídea en Madrid es uno de los factores más difíciles de reproducir teniendo en cuenta que el grado de humedad necesario para una orquídea oscila en torno al 40-80% y la humedad habitual en cualquier casa es en torno a un 30%. Podemos compensar esta carencia usando humidificadores o bandejas de humedad.
Temperatura
Al igual que ocurre con la humedad, lograr simular los ciclos de temperatura que estimulan la floración de la orquídea es complicado. En concreto, la orquídea, para florecer, necesita atravesar un período de días cálidos -sobre los 25º- y noches más frías, con descensos de temperatura de hasta 10º, es decir, a unos 15º. Si nuestra orquídea está ubicada cerca de una ventana como comentábamos al principio, quizá el frío natural que traspase por la ventana ayude a simular estos descensos de temperatura.
Abonar
Dado que, como hemos ido viendo, hacer florecer una orquídea es complicado en tanto que la dificultad de reproducir las condiciones óptimas (temperatura y humedad), es bueno aportarnos una ayuda extra en formato vitanímico. Podemos comprar abono específico para orquídeas (que contenga nitrógeno, fósforo y potasio) de cualquiera de las marcas del mercado, solo hay que tener en cuenta regar siempre antes de abonar y, en caso de que el abono adquirido venga en formato sólido, debemos disolver éste en agua antes de su aplicación para no quemar las raíces.